La vida diaria es internet. Es
más, quien hoy no tiene acceso a la red es considerado ya analfabeto. No descubro América si digo que por internet
se puede hacer absolutamente de todo. Rectifico lo anterior. De todo menos ver
películas online. Ya lo consiguieron. Pero al lío. Desde comprarnos un bonito
jersey hasta hasta ponernos en contacto
con el mismísimo Barack Obama gracias a la mundialmente conocida y utilizada
red twitter. Incluso en esta misma, casi te enteras de lo que sucede en el
mundo antes de que el mismo hecho
acontezca. Empiezo a dudar de si las noticias en twitter no van más rápido que
la velocidad de la luz. Está visto que todos son ventajas, pero comparemos:
¿Hasta qué punto sustituye internet a la vida cotidiana? ¿Hasta qué punto
dejamos atrás nuestra vida real por nuestra ciber-vida?
Incluso quedando con tus amigos
siempre hay alguno que come con el móvil al lado para estar pendiente del
adictivo y económico (todo hay que decirlo) whatsapp. Ojo, yo soy el primero en
utilizarlo. Eso sí, jamás cuando he quedado con otro amigo y muchos menos en la
mesa. Estoy segurísimo de que un 99’9% de lo que se nos habla por whatsapp
mientras tenemos alguna cita real con amigos es evitable y podría contestarse
luego. Ya me veo las generaciones
futuras. Tipo película Wall-e. Para aquellos que no la habéis visto, sus
protagonistas viajan en una inmensa y virtualizada nave espacial donde todo es
a través de internet. Se desplazan en sillas voladoras con unas pantallitas de
ordenador adosadas e ellas por donde se comunican. Dos personajes en este film
redescubren la vida real y el mero gesto de chapotear en la piscina les parece
divertidísimo.
Pero vayamos más allá. ¿Qué pasa
con las relaciones de pareja? ¿Mata el amor internet? ¿Es el verdugo del
caprichoso Cupido? Numerosísimas páginas hay ya de encuentros y de conocer a
“tu media naranja”. Me confieso un ateo con respecto a la relación que existe
entre el amor e internet. ¿Nunca os han venido diciendo aquello de: ¡Lo conocí
por internet!? Confieso que si me sueltan esta frase por dentro se me escapa un
“pues vaya…” ¿Dónde ha quedado la chispa de la primera vez que se ven dos
personas que se gustan? ¿En una pantallita de un chat? ¿En una petición de
amistad de facebook?,¿En un tuit?
No creo para nada que una persona
pueda enamorarse otra por lo que escribe. ¿Qué te puede llegar a enamorar de
esa persona? ¿Qué distinga “haber” de “a ver”? (bueno esto sí que puede llegar
a enamorar porque visto lo visto, cuatro de cinco personas no saben utilizar
estas palabras. Para mí esto empieza a ser un plus). ¿Su manera de utilizar los
signos de puntuación?: -“¡Oh, me encanta
dónde pones esa coma, mi amor!”-. No puedes sentirte atraído por una persona
que NO has visto. No me cabe duda. El amor comienza con la atracción física, el
deseo o las sonrisas y miradas cómplices. ¿Ha quedado todo reducido a tres
clicks del ratón?
Vivamos la vida. La real, de
carne y hueso. La de los besos reales. Apuesto (y quiero creer) que la persona
que buscamos no está detrás de ningún nick ingenioso de la red y os está esperando
en una cafetería, en nuestro próximo trabajo, en una discoteca (¿por qué no?) o
en una fiesta de amigos. Pero no queráis correr y encontrarla desesperadamente
por internet. Yo soy de los que piensa que todo llega. Tarde o temprano pero
llega. No pretendo juzgar. Simplemente pienso en voz alta. La vida está ahí
afuera y seguro que el amor también.
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