lunes, 16 de abril de 2012

Gracias, Majestad.




El rey caza. No digo nada nuevo, pues todos sabemos esta horrible afición del monarca. Afición que algunos descerebrados intentan calificar de deporte.  Pero bueno, ese es otro tema. El caso es que Juan Carlos I, Rey de España se dedica a cazar. Y no perdices, o conejos (cosa que me horrorizaría igual) sino elefantes, búfalos y osos en nochevieja (que sepamos). Especies que hasta donde yo sé están en peligro de extinción. Y se gasta un dinero curioso en hacer el cavernícola. Según los  medios de comunicación, unos 37.000 euros aproximadamente.

Calificar la foto me parece bastante sencillo. Tengo varios adjetivos. Asquerosa o repugnante, por ejemplo. Ahí está nuestro jefe de estado junto con otro tipejo escopetas en mano mostrando orgullosos su trofeo.  Un pobre elefante ya con los ojos cerrados y cuya gran trompa sin vida se arruga en un árbol. Me imagino la conversación de los dos: - ¡Menudo bicho hemos cazado eh!-.  -¡No veas, ahora le arrancamos la cabeza y verás que bonita queda en el salón de casa!-. Prefiero no imaginarme dicha neandertal conversación. El caso es que no solo ha salido esta foto a la luz. Hemos podido ver un vídeo del acompañante del rey matando vilmente animales y otra fotografía de los mismos junto a dos enormes búfalos muertos también (dudo que vivos fueran tan machotes de colocarse al lado).  Si son tan valientes de enfrentarse a ellos con armas, y puesto que nosotros somos también animales (algunos racionales) que se reten con ellos sin escopetas. Podría apostar que no le durarían al elefante ni medio asalto. Además, según las informaciones que nos llegan a través de los medios, el rey está  algo pachucho. Cazar, para su Majestad, debe ser como para Sansón su pelo, le da fuerzas.

Botsuana ha sido el lugar elegido para esta atroz cacería. Según leo, país que ronda el 20%. Un 2% menos que España en este momento. Tengo entendido que el rey no podía dormir por culpa del paro juvenil. Ya vemos cómo se ha ido a mitigar su insomnio. España va muy  bien en este momento, ¿Por qué no celebrarlo matando elefantes? ¡Claro que sí! Recortes desorbitados, nuestros derechos pisoteados, amenazas de que tenemos que cerrar la boca si no queremos cárcel y un largo etcétera que todos conocemos y el rey de caza. Algo de lo que no nos habríamos enterado si no llega a ser porque se ha roto su real cadera. Caprichoso destino eh, ¿Majestad? ¿Con que matas un animal por pura diversión?. Está bien, hagamos conocedor a todo el mundo de tus grandes proezas. Y de esta nos hemos enterado, ¿Cuántas se nos quedarán en el tintero?

Su conducta me parece poco ejemplar, por no decir que rozo la náusea, sabiendo además que Juan Carlos I es presidente honorífico de la ONG ecologista ADENA. Abandone el cargo por favor.  Poco ejemplar. Así mismo calificó el rey  la conducta de su yerno. Es irónico que ahora se le califique con sus mismas palabras. Ahora ya comprendo por qué no fue a visitar a su nieto cuando también se dedicaba a juguetear con armas. Que por otra parte, también hemos sabido de que le va la cacería. Al parecer tenía miedo  de que su abuelo se enterase lo que estaba haciendo. Esto me da un poco de risa.  ¿Y el abuelo qué estaba haciendo?, ¿de quién puede haber aprendido? No te preocupes, Froilán, él está enfadado contigo y nosotros con él. No te culpo por llevar armas, eres un niño aún. A los hechos me remito. El inconsciente es quien te puso el arma en la mano con 13 años. Lo que pasa es que nuestro enfado con tu abuelo está empezando a no ser una mera rabieta, ya es un cabreo considerable.

Me gustaría una transparencia absoluta en los actos del rey, Al igual que hizo pública las cuentas, debería saberse TODO lo que hace. Porque si el monarca supiera que sus actos no son totalmente condenables no habrían intentado, como dije antes, frenar la divulgación de la foto por internet.
Un escándalo más que salpica a la casa real. Pero bueno, al fin y al cabo le damos las gracias tanto a él, como a su nieto, como a sus yernos, y a sus hijas por hacer más que todos nosotros por la III República. Nos lo ponéis muy fácil.